Nuestro país recibió la amable visita del holandés Rob M. C. Westerman, delegado regional de Air France-KLM para los Países Andinos, Centroamérica y las Antillas Holandesas, para brindar detalles sobre este nueva operación.
El 18 de julio de 1954, la Compañía Real Holandesa de Aviación KLM inició sus vuelos entre Ecuador y Países Bajos, convirtiéndose en la primera aerolínea internacional en aterrizar en nuestro país. «La muy exitosa operación de KLM en Ecuador en estos 64 años nos brinda la oportunidad de crecer a través del retorno de Air France (después de 25 años de ausencia), que regresa a través de su filial Joon», indica Rob M. C. Westerman, representante de este grupo de aerolíneas, quien vino a explicar detalles de esta operación de estilo relajado que despega el 14 de mayo entre las capitales de Francia y Ecuador. Operará en un Airbus A340 con capacidad para 278 pasajeros acomodados en las tres categorías: Business (30 asientos), Premium Economy (21) y Economy (227).
El delegado europeo expresa que existe un interesante mercado emisivo desde el Viejo Continente que desea visitar el Ecuador, debido a atractivos turísticos como Quito, Cuenca y las islas Galápagos, destinos que son Patrimonio de la Humanidad declarados por la Unesco. Este vuelo, de 11 horas, desea atraer también el mercado corporativo. «Vimos la oportunidad de operar París-Quito y decidimos aprovecharla a través de Joon», aprovechando este nuevo producto del grupo Air France, que tiene un año de operaciones.
¿Qué es Joon?
La oficina de KLM en el aeropuerto internacional José Joaquín de Olmedo fue el escenario de este diálogo cumplido entre Westerman y revista TransPort, donde se destacó que es la primera vez que el grupo Air France conecta a Quito y París con un vuelo directo, ya que hace tres décadas se realizaba con conexiones.
Para comenzar, el nombre de esta aerolínea se pronuncia «yun», marca que llega cargada con un estilo innovador que comienza desde el uniforme de sus tripulantes de cabina, quienes visten camiseta, jeans y zapatos de caucho. El ambiente en un vuelo de Joon es diferente a un vuelo de Air France. Joon experimenta con el desenfado, mientras que Air France exhibe una formalidad bien posicionada por su alto nivel de servicio. Por lo cual Joon es el escenario escogido para brindar un nuevo estilo en la atención, que sigue siendo de elevado nivel, pero algo flexible con las formalidades.

Marie-Noëlle Landázuri, gerente de Air France y KLM para Ecuador, y Rob M. C. Westerman, delegado regional de Air France-KLM para los Países Andinos, Centroamérica y las Antillas Holandesas.
Westerman aclara que Joon no es una aerolínea de bajo coste; «no cobramos extra por la comida o el entretenimiento; en principio, somos lo opuesto a una aerolínea low cost», explica, dejando claro que el nivel de tarifas es similar a Air France y KLM, aerolíneas hermanas con las que el pasajero puede combinar rutas y servicios. También comparten los beneficios de sus salones vip en los aeropuertos, programas de viajero frecuente, estrategias comerciales y de marketing.
Además, Joon no está diseñada sólo para las generaciones jóvenes, sino para aquellos jóvenes de corazón y de mente, o interesados en volar con facilidades tecnológicas especiales. Por ejemplo, los pasajeros que gustan de la tecnología digital podrán instalar el app de Joon en su dispositivo móvil (celular, tableta), con lo cual inmediatamente podrán tener toda la información disponible, además del entretenimiento abordo, desde el momento en que suban al avión.
Además, podrán usar sus dispositivos para acceder a las películas, juegos, música y demás servicios digitales del vuelo, ya que algunos prefieren hacerlo así, a pesar de que cada asiento tiene su pantalla individual. «Tenemos que reconsiderar la manera en que las aerolíneas ofrecemos servicios en el vuelo y Joon nos brinda la oportunidad de experimentar en este ámbito». Sólo así podrán buscar la manera en que una aerolínea puede buscar la comodidad de pasajeros que permanecen más de 10 horas dentro de una cabina, por lo cual hay elementos indispensables que se deben considerar, como la comida abordo, el entretenimiento, el servicio de sobrecargos.
Tendencias de la industria
En este desarrollo de las aerolíneas, “también hay que considerar el movimiento. La gente no puede permanecer sentada por 10, 14 o 18 horas”. Necesitan moverse, dice Westerman, así que las constructoras Boeing y Airbus están experimentando al instalar espacios alternativos destinados al movimiento, como un gimnasio, o hasta camas para descansar más cómodamente. “Debemos repensar la forma en que entretenemos a la gente abordo”. Así que la industria apunta a elevar el confort del viajero.
Otro componente importante es que los vuelos generen menos contaminación, por lo cual los aviones apuntan a consumir 30% menos combustible. KLM va incluso más lejos, ya que está experimentando con el uso de biocombustibles en sus vuelos desde Ámsterdam hasta Los Ángeles y Escandinavia. También desean experimentar con el servicio abordo, para motivar a los pasajeros a solicitar su comida desde su asiento, para no esperar a que los sobrecargos recorran la nave repartiendo los alimentos. Aún no ocurre así, pero estamos en ese proceso de desarrollo.
Esa es la tendencia de la industria aeronáutica, indica Westerman, dejando atrás los tiempos en que reinaba el Concorde, en el cual los aviones competían por velocidad. “La velocidad cuesta dinero. La velocidad significa mayor consumo de combustible. Ahora buscamos una mejor experiencia del pasajero durante el vuelo. Eso es desarrollo”.
Fuente: TransPort edición impresa Noviembre 2018